La escuela de Jesús es la escuela de la vida, es la escuela que rescata, salva y da vida a las ovejas que están heridas en el camino de la vida

“Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato” (Mt 6, 34).

El Maestro Jesús se compadece de la multitud sufrida y desamparada. En medio de la multitud se encuentra cada uno de nosotros con nuestros dramas, con nuestros sufrimientos, con las penurias que estamos llevando en la vida.

La mirada de Jesús es una mirada de compasión, no es una mirada de pena, pero es una mirada de misericordia. Él quiere cuidar de Sus ovejas, porque son ovejas heridas como si no tuviera pastor y Él es el buen Pastor. Por eso, su primer trabajo, su primera misión es enseñar aquellas multitudes. Para las ovejas encuentren el camino, necesita ser mostrado a ellas el camino.

Permitamos Jesús decirnos: necesitamos ser enseñados por Jesús, formados por Él, necesitamos escuchar el Maestro Jesús.

Escuchemos muy poco Jesús, damos poca atención a la Palabra del Maestro. No basta saber lo que esta en las Sagradas Escrituras, es necesario coger la Palabra de Dios y dejar que ella nos va formando, enseñando en cada tiempo, en cada área de nuestra vida como debemos vivir.

La escuela de Jesús es la escuela de la vida, es la escuela que rescata, salva y da vida a las ovejas que están heridas en el camino de la vida, y el Maestro va al encuentro de ellas.

Hoy, Jesús viene a nuestro encuentro, viene al encuentro de las heridas de nuestro corazón para cuidar de nosotros. Permitamos ser cuidados por Jesús, ser amados por Él, permitamos que el amor misericordioso y buenos de Jesús haga la diferencia en nuestra vida.

Que no seamos una oveja rebelde, sino que seamos una oveja, aún que herida, pero conducida por el buen Pastor que cuida de nosotros.

¡Dios te bendiga!