28 May 2019

El mundo necesita abrirse a la gracia del Espíritu

“Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio” (Jn 16, 8)

El Espíritu que Jesús esta prometiendo a nosotros de la parte del Padre viene traernos convicción. ¡Primero, viene convencernos sobre el pecado, y como necesitamos convencernos sobre del nuestro propio pecado! Si no convencernos que somos pecadores – y ese convencimiento no es abstracto – , si solo afirmamos que somo pecadores, eso no quiere decir mucha cosa; Ahora, cuando reconocemos que somos pecadores y, más aún, cuales son nuestros pecados, el Espíritu no viene para acusarnos, pero sí para iluminarnos.

Sabe, cuando alguien va buscar un médico y necesita hacer un diagnostico, este apunta cual es el mal, cual es la enfermedad, cual es el problema. El Espíritu es aquel que hace el diagnostico en nuestra alma, en nuestro corazón y en todo nuestro ser, para demostrar donde esta nuestro pecado, donde no aceptamos Jesús para iluminar nuestra vida.

El mundo necesita del Espíritu, necesita abrirse a la gracia del Paráclito para convencerse sobre el pecado y de no aceptar Jesús. ¡Y como nosotros necesitamos aceptarlo! Nosotros nos vanagloriamos: “¡Yo acepte Jesús! ¡Él es mi Señor!”, pero, muchas veces, perecemos en el pecado, no tomamos conciencia de él, no sabemos ni reconocemos nuestro propio pecado.

Nos abramos a la gracia y a luz del Espíritu para convencernos sobre el pecado, de la justicia y del juicio

Si el orgullo esta en nosotros, si la soberbia esta en nosotros, si la vanidad oscurece nuestra vista, si la arrogancia toma cuenta de nuestras actitudes, caminamos en la oscuridad, en la tinieblas, y aún creemos que estamos en la luz. Por eso, es la gracia del Espíritu en nosotros reconocemos nuestro pecado.

El Espíritu es aquel que viene para hacer la justicia, porque Él siembra la justicia nuestro corazón, él nos convierte justos; y justo es aquel que reconoce lo que es correcto, lo que se debe y lo que no se debe hacer. Justo es aquel que reconoce la injusticia actuando en el mundo, que no comparta de cualquier especie de injusticia, oculta, dilacerada, clara o oscura.

Vivimos en un mundo mucho injusto, malicioso, en un mundo donde la mayor injusticia es no reconocer Dios y no reconocernos hermanos unos de otros. Por eso, todas las especies de injusticias viene de ahí: la injusticia social, la injusticia de unos para con los otros.

Es el Espíritu que nos convence, pero Él nos convence también del juicio, porque nosotros juzgamos unos a otros. Sin embargo, el único que puede juzgar, que nos conoce profundamente y nos convierte conocidos como debemos conocernos es el Espíritu de la verdad. Abrámonos a la gracia y a luz del Espíritu, para convencernos del pecado, de la justicia y del juicio.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.