“Mientras Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al mar. Jesús los llamó: Síganme, y yo los haré pescadores de hombres” (Mt 4, 18-19).
Estamos celebrando Santo Andrés, hermano de Simón Pedro. Entre los cuatro primeros discípulos de Jesús esta André, aquel incluso que vio Jesús primero que Perdó Simón, su hermano. Y fue él, incluso, que llamo Simón para seguir Jesús. Andrés hizo mayor descubierta de su vida, él descubrió quien era el Mesias, descubrió quien era Jesús. Andrés era trabajador como yo, como tu como muchos.André estaba en búsqueda de sus riquezas y de sus bienes. Andrés era buen pescador, él tiraba sus redes, cogía peces,había momento que no cogía pero estaba allá.
Hay momentos que nuestro trabajo es así: hay momento que da exito, hay momento que no. ¿Y lo que nosotros buscamos? ¿Es solo ganar el pan de cada día? ¿Es solo aumentar nuestra renta, el dinero que ganamos? Cuando, en el fin, el poco o mucho que ganamos pasa.
Dios nos trajo la vida eterna en Jesús, y Él esta necesitando de pescadores para su compañia de pesca
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No podemos pasar sin trabajar, es verdad, necesitamos ganar el pan con el sudor de nuestro rostro. Andrés, Simón, Tiago, Juan también lo hacia, pero estos hombres buscaban sentido para la vida, y André encontró en Jesús el sentido para su vida.
Cuando, en la dutra narrativa evangélica, él dijon a Simón “Encontramos el Mesías” (Juan 1, 41), él dijo: “He encontrado el Salvador, he encontrado el hombre que va dar el sentido y la dirección para todo que hago”. Él era pescador, y Jesús miro en sus ojos y dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”, no es menos importante pescar peces, porque el trabajo de cada, el oficio de cada uno es para sostener la vida presente, pero nosotros necesitamos trabajar para conquistar la vida eterna, necesitamos trabajar para conquistar las personas para la eternidad, es por eso que, además del oficio que cada uno realiza en su campo de trabajo, en su misión que es especifica, Jesús tiene un llamado como hizo a Andrés: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”.
Hay personas que, en su trabajo, conquistan personas para sus productos, para sus negocios. Todo trabajo es una conquista. Tu necesita de clientes, tu necesita alcanzar sus metas… Todo trabajo exige dedicación. No dejes de trabajar y de cumplir su misión y sus obligaciones, pero no te olvides que hay una misión más nobre necesitando de ti: conquistar los hombres para Dios y conquistas la vida eterna para los hombres.
Dios nos trajo la vida eterna en Jesús, y Él esta necesitando de pescadores para su compañia de pesca, para que llevemos hombres y mujeres a amar el Evangelio, porque es Él que nos da la vida eterna.
¡Dios te bendiga!
