09 Oct 2020

La gracia de Dios expulsa el mal de nuestra vida

“Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: “Volveré a mi casa, de donde salí” (Lc 11, 24).

La Palabra de Dios, que viene hoy a nuestro encuentro, nos pone delante de las realidades importantes de nuestra vida espiritual. La primera de ella es que los espíritus malos necesitan salir de nosotros, necesitamos realmente expulsarlos de nuestra vida. Y Jesús esta en nuestro medio para esto: para que los espíritus malignos no están dominando, actuando y tomando cuenta de nuestra vida.

Sabemos que son muchos espíritus malos que invaden nuestra vida, estimulando a tener malos pensamientos, malos sentimientos y pelear uno con los demás. El Espíritu de la ofensa, del chismes, de la calumnia, de la rabia, del mismo. Y de todos estos espíritus o de todos los males el Señor quiere libertarnos. Permitamos que Él nos liberte porque todas las veces que nos acercamos del Señor, Él nos liberta del mal.

Aquella acusación que quieren hacer a Jesús, si es por príncipe de Belzebu o príncipe de los demonios, que Él expulsa los demonios y nos puede el mal expulsar el mal, no puede una casa dividida persistir de alguna forma, porque todo el Reino dividido, toda la casa dividida va ser destruida.

Entonces, el mal no expulsa el mal, quien expulsa el mal es la gracia de Dios, la fuerza del bien que viene del corazón del Señor nuestro Dios. Por lo tanto, no podemos servir el bien y el mal, no podemos estar mezclados, un momento ser buenos y otro ser malos. No podemos quedar hablando bien, anunciando el Reino de Dios y haciendo mal a los demás, porque eso muestra una vida dividida, un corazón dividido y, con seguridad, es un corazón que se arruina.

Quien expulsa el mal es la gracia de Dios, la fuerza del bien que viene del corazón del Señor nuestro Dios

Cuando un espíritu mal sale de un hombre, sale de nuestra vida, él va quedar vagando, va quedar esperando el primer momento en que encuentre esta casa vacía para hacer nuestra situación de vida quedar peor.

Ya vi muchas personas recuperadas de drogas, de alcohol, de vicios, ya vi muchas personas libertas del adulterio, ya vi muchas liberaciones, gracias a Dios; pero necesito decir que vi muchas personas volver después y quedar peor. Ya vi personas que quedaran sobrias, tiempos buenos sin beber, pero después volvieron y, cuando cayeran, cayeran de forma peor.

Si tenemos una debilidad, esta debilidad esta en nosotros, no podemos relajar de ninguna forma. Dios nos liberto hoy, nos liberta mañana, pero si caymos, si ya pensamos estar listos, vamos caer y podemos caer peor que antes.

Es necesario tener la seguridad, la convicción y no volver para el antiguo vomito, no quedamos vacíos. Es por eso que necesitamos llenarnos todos los días de la gracia de Dios. Nadie esta listo, nadie puede decir que no va caer, nadie puede decir que no va cometer eso o aquello, porque necesitamos llenarnos de Dios, y si no llenamos y la casa queda vacía, los demonios volverán para hacer la fiesta con esta casa que esta vacía.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.