“¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera? No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación” (Jn 11, 50-51).

Las autoridades judaicas tomaran las decisiones de matar Jesús, en otras palabras, ellos no soportaban más Jesús. Ellos miraron para Jesús y han visto en É una amenaza al poder y a vida que llevaban.

Toda coherencia es una amenaza, toda verdad es una amenaza. La coherencia es una advertencia a nuestras coherencias de vida. La verdad trae luz a nuestras mentiras, fantasías e ilusiones, por eso, muchas veces as personas no quieren la verdad ni a coherencia.

Jesús era verdadero coherente y predicaba a verdad, por supuesto que as autoridades viviendo muchas ilusiones y mentiras, las personas viviendo sus hipocresías no quieren acoger la verdad prefiere eliminar que acoger. Cuando viene algo para iluminar nuestras incoherencias preferimos inventar disculpas, oponernos contraponernos que querer acoger, reflexionar, repensar y reconsiderar.

Hay un instinto dentro de nosotros que viene para fuera cuando nos sentimos amenazados y tocados; respondemos con agresividad todas las veces que somos contrariados e molestados.

La verdad trae luz a nuestras mentiras, fantasías e ilusiones

A verdad molesta, la coherencia molesta, la luz de Dios es molestada. Por eso, Jesús es muy molestado. Fue molestado ayer É es molestado hoy, porque realmente provoca reacciones dentro de nosotros, Él nos lleva a pensar en la vida que estamos llevando.

Si la Palabra de Jesús no nos molesta y no nos arranca de nuestro egoísmo, de nuestro orgullo y de nuestro egoísmo, es porque ya matamos ella en nosotros o porque la ignoramos, y seguimos Jesús solo en lo que conviene. En aquello que me conviene yo soy de Jesús, en aquello que no conviene yo ignoro, dejo de lado; o en aquello que me molesta yo rechazo.

Es necesario pensar nuestra postura delante de la verdad de evangelio es necesario pensar nuestras elecciones delante de la Palabra de Jesús que esta delante de nosotros. Es necesario dejar sernos molestados y dejar que la Palabra sigue a molestarnos para salirnos de aquello que nos esclaviza el egoísmo, el individualismo, nuestra forma soberbia orgullosa y vanidosa de vivir.

Jesús vino para libertarnos, dejémonos ser libertos por Aquel que es nuestro Salvador, para no oponernos y querer rechazar a Él de nuestro medio.

¡Dios te bendiga!