Nunca nos sintamos más importantes, más valorizados y prestigiosos, porque estos son conceptos mundanos.
“Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino? Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.” (Marcos 9, 33-34).
Jesús nuestro Maestro y Señor quiere enseñarnos a vivir bien. Y vivir bien a nuestra vida es hacer con que nuestro camino, el camino que recorremos sea el sendero de la humildad.
El corazón humano esta, muchas veces, pulsando por realizaciones mayores, y no hay ningún problema en querer superar, en querer dar lo mejor de nosotros, poder realmente, mejorar en aquello que hacemos y realizamos. El problema mayor es cuando queremos competir con el otro. No necesitamos competir con nadie, pasar por encima de nadie, no podemos sentirnos superiores ni más importantes que nadie. También no vale el complejo de inferioridad: “Yo soy siempre la victima. Soy menos importante. Soy siempre el menor”. Somos lo que somos y damos lo mejor de nosotros para superar nosotros mismos.
Los discípulos estaban discutiendo en el camino quien era el mayor y el más importante, quien estaba a la derecha del Señor, quien ocupaba el primer lugar. Son discusiones vanas que no llevan a nada.
Es peligroso llevar nuestro corazón al desánimo, al sentido de la competición, del éxito que nos lleva a la vanidad o al fracaso que nos lleva a la depresión. Lo más importante es mantenerse en la presencia del Señor Nuestro Dios con serenidad, humildad, haciendo siempre lo mejor que debemos hacer.
Si necesitamos ocupar el ultimo lugar, que hemos dado lo mejor de nosotros. Si estamos delante, que tengamos la misma humildad de quien esta en el ultimo lugar. Nunca nos sintamos más importantes, mas valorizados y prestigiados, porque estos son conceptos mundanos, no son conceptos evangélicos. En el Evangelio, lo que vale, lo que hace que nuestro corazón permanezca en la bendición de Dios es no buscarnos ser mejores, más importantes ni superiores a nadie.
¡Dios te bendiga!
