“Pero Jesús dijo al que le daba el recado: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» E indicando con la mano a sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre” (Mt 12, 48-50).
Hoy, celebramos la Madre de Jesús. Celebramos María sobre el titulo de Nuestra Señora del Carmo. Nuestra Señora del Monte Carmelo hace parte de devoción del pueblo de Dios desde cuando ella apareció, en el siglo XII, en aquel retiro, en el monte carmelo para San Simón Stock y, después, para todos aquellos que lo acompañaran en la misa.
Lo más importante es que San Simón subió aquel monte, que representa el Cristo, para allí buscar la luz y la gracia de Dios. Recibió de las manos de la Madre de Jesús la gracia y la protección, a partir del santo escapulario.
María fue Aquella que hizo en tu vida la voluntad de Dios; en Su absoluta voluntad, en su forma más concreta de vivir. María fue absoluta de Dios, toda de Él. Por eso, Jesús esta señalo Ella como modelo, no es simplemente porque ella engendro, pero María engendro Jesús “humanamente hablando”. Jesús nació de María, pero Ella se convirtió la más perfecta discípula de Jesús.
¿Quien es mi madre? Es María, porque Ella hizo la voluntad del Padre que esta en el Cielo. Pero tu también puede ser como madre, podemos ser como hermanos, si hacemos, en nuestra vida, la voluntad del Señor.
No basta rezarnos, tener la coronilla en la mano o en el coche, si no buscamos hacer la voluntad del Padre
Cuando María, la Madre de Jesús, entrega en nuestras manos el santo escapulario, Ella esta diciendo: “Haga todo lo que Él decir”, en otras palabras, para sernos como Ella o estarnos en la escuela de Ella, necesitamos hacer todo lo que el Señor nos dice.
La belleza de cuando nos ponemos en la presencia de Dios, Él ilumina, instruye, guía nuestro corazón. Necesitamos querer ponernos en la presencia de Dios. María se puso toda en la presencia de Dios. San Simón Stock se puso todo en la presencia de Dios, y por medio de su madre, Dios instruyo su corazón.
No basta llevar el escapulario, no basta tener una escapulario de Neustra Señora, no basta rezarnos, tener la coronilla en la mano o en el coche, si no buscamos hacer la voluntad del Padre.
Lo que caracteriza un discípulo de Jesús no es lo que él lleva de forma externa, no son símbolos o señales externos; lo que caracteriza es hacer la voluntad del Padre, que esta en los Cielos, con toda la voluntad del alma y del corazón. María lo hizo, y esta nos enseñando a hacer todo lo que Jesús nos dice.
¡Dios te bendiga!
