“Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan” (Lc 24, 46-47).
El Cristo Resucitado se manifiesta a los Suyos para traer paz y serenidad al corazón de ellos y al corazón de cada uno de nosotros. “¿Por qué estás preocupados, y por que tienes dudas en el corazón?”. ¿Por qué estamos preocupados? ¿Por qué las preocupaciones toman cuenta de nosotros? Porque no ponemos en Dios nuestro corazón.
El corazón de los discípulos no estaba en Dios, pero estaba en el miedo, en las preocupaciones, en lo que podía ocurrir delante de toda aquella realidad que asustaba el corazón de ellos. Ellos ya habían encontrado con el Resucitado, pero aún no habían abierto el corazón para entregarse totalmente a Él y, por eso, estaban llevados de miedos y dudas. ¿Por qué tienes dudas en vuestro corazón? Porque el corazón no esta vuelto para la Palabra y para las Escrituras.
Vuelva tu corazón totalmente para el Señor, de atención a Su Palabra
En la Palabra del Señor esta toda la dirección para la vida de los discípulos. El propio Señor anuncio que iba sufrir, morir, pero que, en el tercer día, iba resucitar. Lo que falto a los discípulos fue atención a la Palabra del Maestro.
Lo que esta faltando a nuestro corazón es la atención a la Palabra de Jesús. Cuando damos atención a Su Palabra, ella guía nuestro corazón, ella trae luz a nuestra vida, ilumina las tinieblas de nuestro interior, rompe todo aquello que las dudas y las tensiones causan dentro de nosotros. Por eso, el Señor está diciendo: “Está escrito en las Sagradas Escrituras: el Cristo sufrirá y Él va resucitar, pero es necesario que sea anunciado en Su nombre la conversión y el perdón de los pecados”.
Es eso que necesitamos hacer en todos los lugares que estamos: anunciar que el Cristo está vivo, anunciar en Su nombre la conversión de vida. Es necesario llevar la vida en Jesús, es encontrar con ese Cristo Vivo y Resucitado y dejar que Él ilumine nuestra vida.
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¡El Señor esta en nuestro medio, Él está vivo y está aquí! Nos dejamos guiar por el miedo, por las inseguridades y no volvemos nuestro corazón para Él; Vuelve tu corazón totalmente para el Señor, ten atención a Su Palabra y deja que él guie por donde debemos caminar. ¿Y lo que necesitamos anunciar al mundo? La victoria del Resucitado, la victoria sobre la muerte, victoria sobre la cruz, porque esta es nuestra victoria.
Necesitamos proclamar la vida nueva, transformada y resucitada que el Señor Jesús nos trajo. Seamos testimonio en casa, en la familia, en el trabajo y donde quiere que este que Jesús esta vivo y en nuestro medio.
¡Dios te bendiga!
