15 Jan 2021

Utilicemos el amor y la misericordia para cuidar del prójimo

“Al ver la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico: Hijo, se te perdonan tus pecados” (Mc 2, 5).

Impresiona mucho la realidad de ese paralitico, pero me impresiona más aún los hombres que se compadecen de él. Mira, son multitudes que cercan, que quieren estar próximas de Jesús.

Tu sabe que, cuando estamos en el medio de una multitud, cada uno se preocupa con tu situación, cada uno va por sí. El viejo dictado equivocado de la humanidad es: “Cada uno por sí y Dios por todos”. Parece ser vivido incluso por aquellos que siguen a Jesús, porque esta cada uno buscando su cura, su liberación, su restauración; cada uno buscando ganar para sí, retener para sí, esta cada uno pensando en sí.

El Maestro que nos enseño a rezar que el “Padre es nuestro”, que el “Pan es nuestro”; los discípulos poco aprendieran. Y cada uno reza para sí, se cierra en su mundo, en su rincón, cada uno está buscando sobrevivir y pensar solo en sí mismo.

El amor y el cuidado, el amor y la misericordia abren el corazón de Dios en toda y cualquier realidad

Vivimos en la sociedad del ego, de la egolatría, donde cada uno se cierra en su caja para cuidar solo de lo que es suyo, de su mundo. Quedo pensando, mirando, incluso nuestros hijos, desde cuando creó la cultura de la habitación separada, el niño en su habitación, en su mundo, y pensando solo en sí mismo. No hay más cultura de volverse para el otro, y cuando se vuelve es para mostrar lo que hay de mejor para sí y para actuar de acuerdo con sus intereses. Allí vemos personas egoístas, cada uno cuidando de sus intereses.

Alabo a Dios por eses cuatro hombres que llevaran hasta Jesús aquel paralitico. Ellos son los primeros agraciados, son hombres que también tenían sus intereses, pero ellos dejan sus intereses de lado para vivir el amor y el cuidado. Mira: el amor y el cuidado, el amor y la misericordia abren el corazón de Dios en toda y cualquier realidad.

El amor y el cuidado llevan la persona a tener creatividad, aquellos hombres pasaran por encima del techo, ellos vieran alguna forma para eso. Cuando yo quiero cuidar, cuando quiero amar, vemos la mejor forma, pasamos ni que sea por encima del techo, pasamos por la ventana, pues cuando queremos amar el otro, cuidar del otro, Dios no da la gracia.

Aquel hombre no tenía como llegar a Jesús, primero, porque estaba paralitico y, segundo, porque los propios pecados paralizaran la vida humana, pero delante de la fe de aquellos hombres, ellos alcanzaran la gracia del perdón y de la restauración para aquel paralitico.

Que Dios no quiete de la parálisis, del egoísmo, de la soberbia, del orgullo y nos levante para vivir el amor y la misericordia y cuidarnos unos de los otros.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.