27 May 2018

Somos morada del Espíritu Santo de Dios

Celebrar la Santísima Trinidad es tener la plena convicción de que somos morada del Espíritu Santo

“Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19).

Hoy, celebramos el Dios Uno y Trino, nuestro Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, nuestro Dios que nos ha creado a Su imagen y semejanza. Yo te alabo, bendigo, agradezco, adoro y reverencia al Dios de nuestra vida, que creó cada uno de nosotros, criaturas humanas, para ser Su imagen y Su esplendor en la faz de la Tierra. Aunque que esta imagen haya sido desfigurada, rayada y maltratada por la fuerza del pecado, Jesús en el poder del Espíritu Santo rescató esta imagen divina en nosotros.

Los discípulos de Jesús son aquellos que fueron rescatados y rehenes en la escuela de Jesús para ser a la imagen de Dios Uno y Trino. El Señor nos ordena que necesitamos traer discípulos y bautizarlos en nombre de la Santísima Trinidad. Hemos sido bautizados en nombre de ese Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, en nombre de Él debemos vivir nuestra vida porque Él nos guía.

Celebrar la Santísima Trinidad es engrandecer el nombre del Señor nuestro Dios en nuestra vida, es tomar la conciencia que somos hijos de ese Padre amoroso que nos creó. Celebrar la Santísima Trinidad es tomar la conciencia de que Jesús, el Hijo eterno de Dios, habita en nosotros y somos Sus discípulos y seguidores, es tener la plena convicción de que somos morada del Espíritu Santo, que nuestra mente y nuestro cuerpo son dirigidos por el Espíritu que habita en nosotros.

Aquí estamos, Señor, queremos ser morada viva de la Trinidad Santa, queremos ser la morada de Dios, queremos que nuestra vida resplandezca el Dios que creemos, el Dios Uno que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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