“Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!” (He 5, 28).
Quisieran paralizar los apóstoles: fueron prohibidos, no permitirán que ellos predicasen ni anunciasen el nombre de Jesús, no permitirán que proclamasen el nombre de Jesús, no permitirán que proclamasen Su muerte ni anunciasen que Él estaba vivo y era el Señor.
La verdad es que cuanto más prohibían, mas ellos anunciaban. Cuanto más no era permitido, mas ellos hacían, porque nadie puede callar lo que es de Dios. La respuesta es justamente esta, Pedro respondió a ellas: “Es necesario obedecer a Dios, antes que a los hombres”.
Es Dios quien esta nos ordenando: anunciemos y proclamemos el nombre de Jesús, del alto de las paredes, del alto de nuestras casas, de todos los rincones y lugares, en todo el tiempo, es necesario anunciar que Jesús esta vivo y que Él es el Señor.
En hipótesis ninguna, eso significa desobediencia civil; en ninguna hipótesis, significa que tenemos de vivir la rebeldía. ¡No podemos mismo!
Vivimos tiempos onde tenemos libertad para anunciar el Evangelio; y nadie puede quitar lo que es un derecho nuestro: anunciar y predicar Jesús, aún que los tiempos y las circunstancias nos lleven a adaptar la predicación, cuando no nos es permitido estar en el tiemplo, por cuestiones y razones mayores, que es la vida humana.
Aún que sea en el silencio, que el nombre de Jesús sea anunciado
No predicamos en el tiemplo, pero hacemos de nuestras casas templos, hacemos de los medios modernos que tenemos para evangelizar, como ese que tu estas recibiendo, el canal para anunciar Jesús.
No podemos permitir que quiten el nombre de Jesús de nuestros libros, de nuestras redes sociales ni de los medios de comunicación. No podemos permitir que iglesias sean cerradas, porque nadie puede cerrar nuestras iglesias. ¡Pueden contener las cosas, pero prohibir jamas!
Aún que sea en el silencio, que el nombre de Jesús sea anunciado. Aún que sea de forma creativa y nueva, no dejemos de anunciar y proclamar el nombre de Jesús.
Las personas necesitan conocer Jesús, necesitan amar a Él. Hace mucho tiempo, utilizo las redes sociales, los medios de comunicación que Dios nos da para evangelizar, predicar y formar. Necesitamos utilizar aún más con creatividad para no abusar; con discernimiento, para no quedar enfadoso. Con amor, ternura y una dosis del Evangelio, necesitamos poner, en cada espacio, en nombre de Jesús.
Es importante obedecer a Dios, obedecemos a Él anunciando el nombre de Jesús a todos los corazones.
¡Dios te bendiga!
