01 Dec 2018

Necesitamos tener sensibilidad y cuidado con nuestra vida

Perder la sensibilidad del corazón es perder la atención y el cuidado con la propia vida y con aquellos que nos rodean

“Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes” (Lc 21, 34).

Jesús cuida de nosotros con sus discípulos y, como Maestro de nuestra vida, Él esta advirtiendo para que cuidemos bien de nuestra propia vida. Estos tres consejos de Jesús son importantes para que mantengamos la serenidad, la vigilancia y la atención para con nuestra vida.

La primera cosa es no dejar que el corazón, de hecho, se vuelve insensible, porque perder la sensibilidad del corazón es perder la atención y el cuidado con la propia vida y con aquellos que nos rodean. No estamos solos en el mundo, necesitamos tener sensibilidad para con el dolor, el sufrimiento y para con la persona que esta de nuestro lado o para con las personas que encontramos en los caminos de la vida, pero es necesario cuidar de la propia vida.

Perdemos el cuidado con la vida cuando nos entregamos a la gula, comemos mucho, en demasiado, más de lo que podemos, vamos a hinchar con los alimentos y, simplemente, nos volvemos insensato.

Según, cuidado con la embriaguez, no es necesario mencionar la cantidad de personas que se pierden en la vida, sea por los excesos que practican en el comer o en el beber. Los excesos en el beber llevan muchas personas a sufrir en la embriaguez, en la dependencia del alcohol y, a veces, son incentivadas por otros: “Toma más una”.

Hay personas que basta beber solo un poco que pierden la sensibilidad del natural, pierden la sensibilidad de la razón. Hay otros que beben mucho, y no es porque tiene la capacidad de beber poco o mucho que tu puedes entregar la bebida.

Cuantas personas están volviendo dependientes crónicas del alcohol sin darse cuenta, van bebiendo y no consiguen más vivir sin tomar alcohol. La alegría de una fiesta es solo se tiene bebida alcohólica, la alegría de una reunión de familia es solo si tiene bebida alcohólica.

Si lo que da alegría para su vida es el alcohol es porque tu eres dependiente de él, de una forma o de otra, depender de alguna cosa se vuelve nuestra vida insensata, sobre todo, tratándose de comida y bebida, cuando nos entregamos a esos excesos.

Y en tercer, tan importante cuanto la embriaguez y la gula, son las preocupaciones desmedidas, son las preocupaciones de la vida. Hay personas que viven a merced de sus preocupaciones.

Las preocupaciones no solucionan problemas, pero traen problemas, ellas no nos quitan la dirección de la vida, pero nos quitan de la dirección. Porque el exceso de preocupación genera la ansiedad, haz con que pongamos de forma diferente de lo real sentido de la vida.

Ocuparse con nuestras obligaciones, compromisos y responsabilidades es hacer cada cosa en su tiempo y tener la confianza que Dios nos ayuda a solucionar lo que necesitamos solucionar, pero con preocupaciones sacudimos nuestra fe.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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