30 Aug 2019

Necesitamos tener prudencia en todo que hacemos

“Cinco de ellas eran descuidadas y las otras cinco precavidas. Las descuidadas tomaron sus lámparas como estaban, sin llevar más aceite consigo” (Mt 25, 2-3).

La parábola que Jesús cuenta para comparara el reino de los Cielos es de las diez jóvenes que salieron con sus lámpadas al encuentro del novio. El novio es el Señor, es Él que viene a nuestro encuentro y estamos caminando al encuentro de Él, además, cinco de ellas eran previdentes, prudentes, atentas y pusieron aceite.

En el camino de la vida, ahora tenemos entusiasmos y fe, pero sabemos que el aceite acaba del misma forma que el combustible del coche acaba.

Sabemos el cuanto es duro ser imprudentes en la vida. Hay personas que quedaran en la mano, porque no abastecer tu coche; hay aviones que cayeron, porque no tuvieran la manutención adecuada. Hay situaciones se convirtieron calamidades, porque falto la prudencia necesaria. La persona confió en si misma.

Es necesario que, en la vida, necesitamos tener prudencia en todo lo que hacemos. Necesitamos rezar para mantener vigilante y atenta a nuestra relación don Dios; y necesitamos cuidar de ella, porque hay muchas personas que rezan, pero no cuidan, no prestan atención.

Hay situaciones que se convirtieran calamidades, porque falto la prudencia necesaria

Yo vi niños siendo atropelladas, porque falto el cuidado; yo vi vidas se perdiendo, porque falto atención. Entonces, la vigilancia es de la vida, es la atención con lo que son nuestras responsabilidades.

Yo sé que, muchas veces, estamos de cabeza caliente, de cabeza llena, estamos pensando en muchas cosas. Vamos quedar tranquilos con la cabeza, quitemos lo que todo esta sofocándonos para tener atención en el esencial, porque perdemos cosas. Nos perdemos en las cosas y en la vida, porque no somos prudentes, no damos atención debida para las cosas mínimas.

Basta la falta de atención con el fuego para que todo un incendio ocurra. Basta no prestar atención en un detalle para que muchas cosas ocurra. ¿Y donde estaba Dios? Lamentando nuestras imprudencias, nuestra falta de atención y nuestra falta de cuidado. Y la desgracia o la tragedia mayor es cuando perdemos la propia vida eterna, nuestra propia relación con el Señor, porque no somos prudente, atentos, ni encendemos nuestra lampada, porque nos falta el aceite, atención, oración, foco, serenidad y sobriedad para lidiar con nuestra propia vida.

Seamos como las jóvenes prudentes y previdentes que están cuidando de tu vida a cada día.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.