12 Jul 2019

Necesitamos ser personas sencillas

“Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas” (Mt 10, 16).

Estamos en un mundo malicioso, perverso, engañados y cercado de lobos feroces, pero eso no es para aterrorizar, por el contrario, es para mantenernos en alertas, vigilantes, atentos y cuidadosos.

Un discípulo de Jesús no puede ser una persona ingenua, es decir, vivir con ingenuidad. Necesitamos ser simples como las palomas, no podemos ni necesitamos complicar la vida. Algunas personas tiene el don de todo complicar: un problema ella transforma en varios problemas; una cosa que es pequeña ella convierte grande; una situación que puede solucionar con paciencia y entrega, la persona ya queda desesperada, crea todo un pánico, pavor, haz un gran alarde.

Sabemos que monstruos no existen, pero creamos muchos de ellos, porque transformamos “bichos” en verdaderas monstruosidades para nuestra vida, nos asustamos con cosas pequeñas. No son las cosas allá afuera que están complicadas, es dentro de nosotros que las cosas se complican. Por eso, el Reino de Dios quiere y necesita hacer de nosotros personas simples. No es la simplicidad del simplón, de aquella persona que no se cuida, es la simplicidad de ver el mundo con la humildad, con los pies en el suelo, con la simplicidad necesaria.

Es la simplicidad de ver el mundo con humildad, con los pies en el suelo, con la simplicidad necesaria

Al mismo tiempo, necesitamos ser prudentes. No podemos dejar la ingenuidad tomar cuenta de nuestro corazón. Necesitamos estar vivos, conectados a la astucia de aquella que sabe usar la prudencia, de aquel que esta atento con las cosas que están ocurriedno, que no se deja llevar por cualquier conversa y situación; no se deja envolver en cosas complicadas; de aquel que examina, pone prudencia, temperancia en lo que hace. Porque, simplemente dice: “Es Dios que hace. Dios que habla”.

La persona necesita saber determinarse en la vida. El Reino de Dios crea tempera en nosotros para sabernos lidiar con varias situaciones y complicadas de la vida.

Pidamos, hoy, esta gracia al Señor, en medio de “lobos” con las cuales convivimos, en un mundo donde nosotros vivimos, necesitamos ser simples, prudentes, determinados y atentos, pero jamás ingenuos delante de las situaciones de la vida.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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