22 Dec 2018

Necesitamos descubrir la gracia de servir a Dios

La humildad de corazón es la virtud más esencial y necesaria para una alma servir a Dios

“María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz” (Lucas 1, 46-48).

María estaba cantando para engrandecer y agradecer al Señor Dios Todo poderoso por aquello que Él realizó en ella, y no fueron pocas cosas, fueron muchas cosas que el Señor realizo en la vida y en el corazón de aquella que es la humilde sierva del Señor.

Si pudiéramos responder quien es, de hecho, la Virgen María, tan amada, tan querida, cultuada en nuestro medio, como ella mismo exclamó: “Todas las generaciones hay llamarme de bendita”. “¿Quien es ella? Ella es la humilde sierva del Señor.

Tres palabras son importantes: humilde, sierva y Señor. La humildad de corazón es la virtud más esencial y necesaria para una alma servir a Dios, una alma que no se deja rellenar por el orgullo, por la soberbia y tampoco por las vanidades de la vida. El alma se llena de la gracia de Dios cuando ella vaciarse de sí misma y se rellena de la presencia divina. Humildad es reconocer la grandeza de Dios y nuestra pequeñez, es depender de Dios, es confiar en Él y saber que en todas las cosas Él cuida de nosotros.

Ser humildes no es ponernos por en cima de los demás y tampoco sentirnos mejores que los demás, pero es hacernos servidores de los demás, siervos de Dios, sirviendo los demás. Por eso María es la humilde sierva y esta para servir, ella no vino para ser servida, engrandecida. Exaltamos la Virgen María por aquello que ella fue en toda su vida: un servicio pleno a Dios en todo su ser.

Como hoy, más que en todos los tiempos, necesitamos descubrir la gracia de servir, porque en el mundo que valoriza y exalta por encima de todo el individualismo y cada uno piensa en sí, en sus cosas y en sus intereses, la dificultad es para Dios encontrar siervos humildes, personas que tengan almas realmente abiertas para el otro, que no esté simplemente concentrado en sí, en sus cosas, en sus necesidades, pero saben hacer eso para más allá de sus propias ocupaciones, están abiertas para servir a Dios, para obedecerlo, para ir al encuentro del otro.

Hoy, con María, exaltamos el Dios poderoso, grande que mira para los humildes siervos y haz en el corazón de cada uno su obra ocurrir. Aquello que Dios realizo en el corazón de María, quiere realizar en el corazón de cada uno de nosotros.

¡Seamos humildes y siervos que la gracia de Dios permanece en nosotros!

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.