24 Dec 2020

Permitamos Jesús vivir en nuestra casa

“Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor” (Lc 1, 68).

Hoy, estamos en el corazón con ese himno de alabanza de gracias que Zacarias, el padre de Juan Bautista, anuncia a Dios. Porque Dios sea bendito, el Dios de Israel, el Dios de nuestros padres, porque el señor nos visito y nos liberto.

Permita que yo actualice el verbo para el tiempo en que nosotros estamos: bendito sea Dios, porque Él nos visita y nos liberta. Permita eso ocurrir en tu casa, en tu vida y en tu familia. Que hoy sea una noche de visita de Dios en nuestro medio, una visita que traiga liberación, restauración y vida nueva.

Sabemos que algunas visitas vienen y hacen una diferencia en nuestra vida, ellas nos levantan, nos entusiasman; ahora; ahora hay visitar que son incluso muy importantes, pero no damos a ellas la debida atención, porque tenemos muchas preocupaciones, muchas otras ocupaciones, y no damos la visita la atención que ella merece con todo aquellos que ella nos trae.

Jesús vino vivir con María y José, pero Él quiere vivir en la casa, en la familia de cada uno de nosotros

Permítame decirte que la visita de Dios a nosotros no es una cortesía, pero es una visita que nos trae la verdadera alegría, es una visita de redención, de liberación; Él vino para vivir, para quedar entre nosotros, para permanecer en nuestro medio.

Que esta noche no sea una noche fría, pero no en el sentido de temperatura ni de indiferencia, porque muchos corazones aún son indiferentes para la presencia del Señor, muchos corazones aún están inquietos con otras cosas de la vida y no se vuelvan para Aquel que esta nos visitando, viniendo vivir en nuestro medio, permanecer en nuestro medio.
Que, esta noche, podamos reunir nuestra casa y nuestra familia. Sé que no todos pueden estar juntos, pero lo que es esencial, porque Jesús vino vivir en nuestra medio, en el seno de una familia.

Jesús vino vivir con María y José, pero Él quiere vivir en la casa en la familia de cada uno de nosotros. Él quiere nacer, quiere estar entre nosotros. Por favor, no ignoremos la presencia del Señor, no hagamos de nuestra noche de Navidad una noche donde hay todo, pero no hay la presencia del Señor. Que sea una noche de alabanza, de dar gracia, de júbilo, de reconciliación, pero de restauración, porque Jesús está en nuestro medio.

Que podamos junto con Zacarías, con María y José decir: “Bendito sea el Señor Nuestro Dios, porque Él nos visita y nos liberta”.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.