23 Feb 2018

Ofrece tu corazón a Dios

En esta cuaresma haga la experiencia de ofrecer tu corazón y tu vida por Dios

“Por lo tanto, cuando tu estás llevando tu oferta para el altar, y allí te recuerdas de que tu hermano tiene alguna cosa contra ti, deja tu oferta allí delante del altar, y va primero reconciliarte con tu hermano. Solo entonces va presentar tu oferta” (Mt 5, 20-26).

Cuando nos presentamos delante de Dios vamos enteros, con lo que somos y con lo que tenemos. Nosotros no vamos a Dios fraccionado, es decir por la mitad. De esta forma, creemos que agradamos a Dios, porque, estamos llevando nuestra oferta; “dando” mi casa y mis bienes; hacemos nuestro ofertorio en nuestra misa; pagamos el diezmo, etc., estas cosas son buenas y las necesitamos hacer, eso es tener compromiso con las cosas de Dios y delante de estas cosas no podemos ser omiso. Pero, el más importante que nuestra oferta “material” es la oferta de nuestro corazón y de nuestra vida para Dios.

Podemos pasar la vida entera ayudando, haciendo cosas buenas y participando de las cosas de la Iglesia, además, sino nos reconciliamos con Dios y con los hermanos, serán en vano todas las ofertas y dones que ofrecemos a Dios.

El don que debemos, por excelencia, ofrecer al Señor es nuestro corazón reconciliado. Este tiempo de gracia en el cual vivimos, es un tiempo de revisión de vida, de revisar las actitudes, las relaciones y siempre tenemos algo para solucionar con nuestro hermano.

Si quedaran situaciones mal resueltas, no las ignoremos, porque, estas quedarán y “envuelto” dentro de nosotros, y así, nos acostumbramos a ser personas que hora estamos mal aquí, y otra allá, porque, nos acostumbramos con situaciones no resueltas dentro de casa, con nuestros hermanos, a comenzar por aquellos más cercanos. No dejamos más situaciones mal resueltas.

Tenemos personas con las cuales siempre necesitamos reconciliarnos. Las parejas que están juntos hace años, viven hasta en intimidad, pero no son reconciliados; hay hermanos que se ofendieron, vivieron situaciones complicadas, pero conversan por conversar, y no se reconcilian; hay hermano de fe, que hablan de Dios, cantan bonito, predican, se emocionan, además, no viven la reconciliación.

¡No seamos hipócritas! Dios no quiere nuestro canto o que hablemos bonito de Él, Él quiere, por encima de todo, que estemos reconciliados con Él y con los demás. Esta es la oferta que agrada al corazón de Dios.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.