24 Mar 2020

Recordemos del próximo que necesita de nuestra ayuda

“Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina. En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar.” (Jn 5, 8-9)

¡Hace tanto tiempo ese hombre sufría! Hace 38 año, él intentaba recibir ayuda, pero nadie hace nada por él. Una creencia hablaba que las aguas de la piscina hacia germinar, y quien entra en esta piscina podría quedar sanado. Aquel hombre, sin embargo, no conseguía llegar hasta las aguas cuando ellas subían. Él incluso hacia esfuerzo humano y sobrenatural, pero, cuando estaba llegando, otros pasaban hacia adelante.

Sabemos que, en el momento del aprieto, es así: cada uno por sí y Dios por todos. En el momento que las cosas aprieta, nadie recuerda de ayudar el otro, nadie esta preocupado con el dolor o si el otro necesita más que nosotros. Ese hombre estaba allí hace 38 años, y nadie se importaba con él.

En nuestro medio, hay personas dejadas de lado, olvidados, maltratadas, sufridas hace un año, hace 10 años, hace 20 años, hace 38 años. Ni miro para el tiempo cronológico que esta persona esta, el hecho es que hace muchos en nuestro medio de nosotros que están sueltos por la falta de cuidado, compasión y ternura de nuestra humanidad egoísta, orgullosa y soberbia, donde cada uno cuida de sí, donde cada uno esta en la búsqueda de su médico y de su tratamiento.

En el momento que la cosa aprieta, nadie recuerda de ayudar el otro, nadie esta preocupado con el dolor

¿Cuando has llevado alguien para hacer una consulta? ¿Cuando has llevado alguien para rever la salud? ¿Cuando has llevado alguien que no tiene condición en un hospital? ¿Cuando has ofrecido su mano para ayudar la mano del otro que no consigue caminar? ¿Cuando has sentado al lado de alguien para poder cuidar de él?

Hay muchos que están muriendo por la depresión del desprecio, del descuido, de la soledad y del abandono. Hay muchos que están dejados de lado, porque esta todo el mundo corriendo atrás de sí, esta todo el mundo se felicitando con lo que consigue para sí. Hay los que están sonriendo en medio de las tristezas de muchos, hay quien tiene quitado del pobre su lugar en la cola del hospital publico, porque hay personas que tiene condiciones de tener su plan de salud, pagar médicos, pero, por privilegios, ocupan el lugar del pobre que no tiene otro medio de ser socorrido.

¡Como nuestra naturaleza humana es egoísta, como solo pensamos en nosotros! Es cada uno por sí en este mundo salvaje en que estamos. ¡Hay muchas personas que mueren a cada día! Basta un cuidado, basta recibir atención, basta alguien para tener un medico o un cuidado humano básico para aquellas personas.

Jesús, el Divino Médico, ve lo que nadie quiere ver, mira lo que nadie mira. Allí estaba ese hombre, hace 38 años suelto, dejado de lado. Jesús se volvió para él con Su mirada bondosa y misericordioso: “¿Quiere ser sanado, mi hijo?”. Él respondió: “Señor, yo incluso quiero, pero no tiene nadie que cuida de mi”.

El grito de ese hombre es el grito de muchos a nuestro lado. No hay nadie que cuida, que mira y de atención. Seamos la mirada de Jesús para muchos que necesitan de nosotros.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.