“Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes”(Lc 21, 34).

Lo que Jesús, el Maestro, nos esta enseñando hoy es una advertencia para todos nosotros, porque nuestro corazón corre el riesgo de perder la sensibilidad por lo que es esencial, la sensibilidad por lo que es espiritual, perder la sensibilidad de la gracia.

Cuando perdemos la sensibilidad, nos convertimos perdidos en el mundo, nos dejamos llevar por la insensatez de corazón. Aquí hay tres cosas para las cuales Jesús nos llama atención, realidades que roban la sensatez de nuestro ser, y la primera es la gula.

Sabemos de la importancia de los alimentos, cuanto es importante comer, alimentarse, pero también necesitamos saber cuanto es importante saber ayunar, abstenerse, no se deja llevar por el exceso del comer. El exceso de comida, la gula, la preocupación solo por lo que comer nos deja pesados, no solo corporal y físicamente hablando, pero la cabeza también. No pensamos tan bien, no mantenemos la vigilancia necesaria cuando nos entregamos para el exceso en el comer. No nos dejemos llevar por las facilidades del comer, que roban nuestra sensatez interior.

Que Jesús nos libre del exceso del comer, del beber y de las preocupaciones con la vida

El otro cuidado fundamental es con la embriaguez, y aquí sabemos todas las temeridades que la embriaguez provoca en nuestro medio. Cuantas personas están siendo esclavizadas por causa del alcoholismo. ¡Algunos creen bonito pasar el día todo se embriagando, pero cuanta cosa insensata ocurre por causa del alcoholismo!

Es Jesús quien esta nos advirtiendo. Estoy viendo familias se perdieren, estoy viendo matrimonios se perdieren, estoy viendo enemistades ocurriendo, pero el más duro es ver la vida humana perderse por causa de la embriaguez. La persona pierde, de hecho, la sensatez, porque el alcohol domina el corazón de muchos que se dejan esclavizar por él.

Tan peligroso cuanto es exceso de comida y bebida es quien vive en las preocupaciones excesivas con la vida, porque es una otra droga. (disculpa hablar así).

Hay personas que viven centradas en sus problemas, en las cosas de la vida, y no viven con levedad, aún que mucha cosa sea pesada. Disculpa, pero, ¿desde cuando preocupación trae paz al corazón? ¿Desde cuando preocupación trae solución o luz sensata para la realidad?

La preocupación roba nuestra fe, nos quita de a la confianza en Dios y nos mantiene de una forma muchas veces tomados por la enfermedades emocionales. Cuanta ansiedad, depresión, cuanta opresión espiritual y psicológica porque nos entregamos para las preocupaciones excesivas con la vida.

Jesús nos quiere libres y libertos. Que Él nos libre del exceso del comer, del beber y de las preocupaciones con la vida.

¡Dios te bendiga!