“María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras” (Jn 20, 18).
María lloraba mucho, porque Jesús era el Señor de tu vida, Él transformo su vida, Él dio sentido para su existencia. Cuando mataran a Él en la cruz, llevaran también la vida de María, porque la vida de ella era el Señor, por eso ella iba en la tumba para cuidar del cuerpo de Él, porque ene l cuerpo de Él estaba la razón de ella vivir.
¡Cuando ella llega en la tumba y no encuentra a Él, lleva un susto! Los ángeles preguntan: “¿Mujer, por que lloras?” María estaba tan sorpresa, que imagino que fuera el jardinero: “¿Fuiste tu que llevaste mi Señor? Dime donde lo has puesto, para que pueda buscarlo”. Es el amor, la delicadeza y la ternura de un corazón que fue transformado por la presencia del Señor.
¡Cuando ella, de hecho, vio que no era el jardinero, pero era Jesús, imagine la alegría del corazón de ella! Imagina cuanto el corazón de ella envolvió de amor, lo mucho que el corazón de ella explotó de emoción! Cuando Jesús dice: “No guardes, porque, porque el momento de subir aún no llego, María, pero es necesario anunciar, decir a los demás que estoy vivo, es necesario anunciar a los corazón que se vayan a la Galileia, para que ellos también experimenten el Resucitado”.
Aquella que vio el Señor es la misma que va anunciar para los demás. Necesitamos ver el Señor vivo y resucitado en muchos señales de nuestra vida. Él esta vivo en la Eucaristía y en la Palabra, Él esta vivo cuando nos amamos, Él esta vivo en nuestro proceso de conversión y transformación. El Señor esta vivo en todas las familia que son renovadas por Su amor, por los jóvenes que dejan los vicios y los males de este mundo para seguirlo.
Necesitamos ver el Señor vivo y resucitado en muchos señales de nuestra vida
En cada situación, experimentamos la presencia del Resucitado en nuestro medio. Entonces, no basta contemplar a Él, no basta ver Él actuando, es necesario anunciar, es necesario proclamar lo que estamos viendo y testimoniando.
El mundo necesita saber que Jesús esta vivo con todas las pruebas y evidencias confirmadas de experiencias que hacemos con Él. Necesitamos proclamar en alto Él esta vivo, porque las personas están muriendo, porque el mundo esta matando muchas personas y ellas están perdiendo la esperanza y el sentido de vivir. No podemos dejar eso ocurrir, necesitamos llevar Aquel que da la vida y da sentido a ella.
Aquel que transformo Magdalena, aquel que transformo en el Maestro de ella, Él es nuestro Maestro, es la razón de nuestra vida. Si, por algún motivo, nuestra vida esta sin razón de vivir, nos encontramos con el Resucitado, Él nos da todas las razones para vivir y llevarnos la vida a los demás.
¡Dios te bendiga!
