10 Feb 2022

Que estés dispuesto a acoger el don que Dios quiere darte

“El le respondió: “Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros”. Pero ella le respondió: “Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos”. Entonces él le dijo: “A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija” (Mc 7, 27-29).

Prueba de fuego para la fe de esta mujer, que va hasta Jesús pedir por la hija, prueba de fuego también para todos nosotros cuando pasamos por alguna situación. Nuestra fe es siempre probada, nuestra fe va siempre pasar por esta experiencia.

La respuesta de Jesús no es muy entusiasmante para aquella mujer y, muchas veces, las respuestas que nosotros tenemos de Jesús no son muy entusiasmantes. Muchas veces, la respuesta de nuestra oración no es lo que nosotros pedimos, muchas veces, tarda la respuesta a nuestras suplicas, ella puede ser un “sí”, ella puede ser un “no”, pero ella puede ser un “espere”.

Jesús se presenta aquí en esta pasaje como el “pan de los hijos”, es la primera vez que Jesús se refiere de esta forma. Jesús es el pan de lo hijos, el pan dado por el Padre del Cielo para el alimento de los hijos. La lenguaje usada por Jesús, en verdad, es solo para distinguir judios y paganos. Estamos dentro de este contexto: entre judios y paganos. Existe la constatación de la distancia entre Jesús y aquella mujer, un factor cultural de la época de Jesús, porque los judios no se acercaban de ninguna forma de los paganos y se consideraban “el pueblo de la promesa”, “el pueblo elegido”. Pero la mujer no se paraliza con eso, la mujer no se preocupa con esta distancia, ella acerca su corazón al corazón de Jesús. La disposición de esta mujer va más allá de estos elementos culturales, tanto que ella llama Jesús de Señor, ella responde como si dijera: “Estoy dispuesta a acoger lo que puedes darme como un don”.

Esta mujer nos enseña la lógica del don, la lógica de la gratuidad

Mira, el tamaño de la fe de esta mujer, es como si ella dijera: “Realmente, Señor, yo merezco, soy pagana, estoy lejos geográficamente de Israel, pero estoy dispuesta a acoger lo que el Señor, en su generosidad, puede darme como un don, como una gracia”. En esta situación, esta mujer nos enseña a entrar en la lógica del don, porque, muchas veces, nosotros vivimos una otra lógica: la lógica de hacer, la lógica del resultado y de aquella bendita meritocracia, es decir: “Yo hago alguna cosa para Dios, entonces, merezco alguna bendición, merezco alguna gracia”. Si hago algo para Dios, espero algo en cambio.

¡Que mal de la meritocracia, muchas veces, ronda nuestro corazón! Y esta mujer nos enseña la lógica del don, la lógica de la gratuidad de quien, aún que este lejos, sabes que todo lo que va recibir del Señor es una gracia inmerecida, es una gracia que no existe merito.

“Las migajas”; en cada migaja de pan existe el sudor de un padre, de una madre de familia, basta que mires para tu realidad. En cada migaja existe vida, existe donación. Eso aquí para nosotros es la imagen de la presencia de Jesús y de Su oferta de vida, de la Eucaristia por excelencia, que se da a nosotros como alimento.

Sobre todos vosotros, la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Amén!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.