01 Mar 2020

Es necesario vivir de la Palabra de Dios

Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4, 1-11)

Hoy, es nosotros acompañamos, en la liturgia, la Cuaresma de Jesús. Es Jesús quien fue al desierto para ayunar y, en su ayuno y en su silencio, en su retiro espiritual, Él fue tentado. Es Jesús quien va con nosotros para el desierto, es Él quien nos guía para el desierto de la vida. ¿Para que? Para vencer las tentaciones, para superar el egoísmo, la soberbia, el orgullo de nuestra alma humana, y para no entregarnos al mal. Por eso, el tiempo cuaresmal es ese tiempo de gracia donde nosotros hacemos compañía a Jesús en Su Cuaresma.

La observancia cuaresmal del Señor es nuestra observancia, pero es el Señor quien hace compañía a nosotros, y Él nos enseña como vencer el tentador y las tentaciones de la vida.

Primera cosa: vivir de la Palabra de Dios, abastecer de ella, llenarse de la Palabra, porque no solo de pan, no solo de arroz, no solo de alubias ni de alimentos nosotros vivimos. Cuando nosotros ponemos la alimentación, cuando nosotros ponemos los placeres, hasta nuestras necesidades humanas por encima de nuestra vida espiritual, nosotros quedamos esclavos, dependientes.

Basta ver la cantidad de personas, en todo el mundo, esclavas de sus sentimientos, de sus afectos, de los placeres, de las necesidades humanas. ¡No! Las necesidades humanas están para ser llenas con la debida prudencia, porque, cuando no llenamos, hacemos sucumbir, caímos en la gula, caímos en la embriagues, en el orgullo, en la envidia, en los celos, por fin, las tentaciones nos hacen sucumbir; mas que sucumbir, nosotros nos entregamos a ellas y quedamos esclavos de ellas, por eso es necesario vencer el poder del mal por la fuerza de la oración, es necesario sumergir con intensidad en la Palabra del Señor nuestro Dios.

Vivir de la Palabra de Dios, abastecer de ella, llenarse de la Palabra

¡Necesitamos vencer la tentación de adorar los ídolos de este mundo – y los ídolos son muchos! Muchas veces, nosotros nos ocultamos y cometemos la idolatría, otras veces, estamos adorando personas y poniendo por encima de Dios; otras, volvemos para las cosas materiales, perecedero. Mira como el dios ‘dinero’ adorado, idolatrado.. ¡Lo mucho que él nos esclaviza toda la humanidad!

“Adoraras el Señor tu Dios, y solo a Él servirá.” La adoración es el camino de liberación del alma y del corazón, de los impulsos de los deseos terrenos. La adoración nos lleva la purificar el alma y el corazón, de buscar consuelo donde no hay consuelo, ni cura y liberación. Nosotros necesitamos volver al Señor nuestro Dios de todo el corazón.

Necesitamos vencer la tentación de vivir en la religión de las facilidades, donde Dios esta nuestro servicio y es todo mecánico: “¡Dios tiene que darme!”. Y cuando Dios no da: “¿Por que es que Dios no esta me dando?”. ¡No! Necesitamos vencer esta tentación y ponernos en la presencia del Señor nuestro Dios para obedecer a Él, para servirlo en humildad de corazón.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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