29 Nov 2019

Es necesario tener siempre los ojos fijos en el Señor

“Cuando ven que están dando brotes, sabes que el verano está cerca” (Lucas 21,30)

Cuando suceden cosas negativas o trágicas a nuestro alrededor, imaginamos que Dios está lejos o que huyó de nosotros.

Es verdad que, muchas tragedias suceden porque las personas se distaciaron de Dios, no están en su presencia. Es justo decir que Dios no manda ninguna tragedia ni ningún castigo. La gran tragedia es que nos apartamos de Dios y no estamos cerca. No hay mayor tragedia que esta.

Cuando miramos las señales de los tiempos es porque nos apuntan lo que está sucediendo. Cuando vemos humo, es señal de que hay fuego; cuando vemos el cielo cerrado es señal de que está por llover. Cuando vemos que las cosas no están bien, no están encajando es porque está fuera de orden.

Necesitamos cuestionarnos, mirar hacia nosotros, ver nuestra vida, las señales que están apuntando que estamos lejos de Dios, distantes de Él, mirar cuán distante está nuestra humanidad de Dios.

Con los ojos en Jesús vamos a lidiar con todas las situaciones que suceden en el mundo, en la vida y en la sociedad donde estamos

La gracia es esa, aunque la humanidad se esté apartando de Dios, Él no se aparta de nosotros. Entonces, cuando esas cosas estén sucediendo, ten en cuenta que el Reino de Dios está cerca. No corras hacia la tragedia, corre hacia los brazos de Dios. No corras hacia el miedo, sino a hacia la protección de Dios. No huyas hacia la desesperación, a la desconfianza, aunque muchas situaciones de la vida parezcan desesperantes.

Corramos hacia el Señor para que nuestro corazón esté envuelto en Él, cuidado y protegido por Él, direccionados por ese Dios que tanto nos ama.

Es necesario tener siempre los ojos fijos en el Señor, no es ignorar lo que sucedes a nuestro alrededor, no es hacerse el desentendido ante los sucesos de la humanidad, sino tener los ojos de Dios para encarar las realidades.

Con los ojos en Jesús vamos a lidiar con todas las situaciones que sucedes en el mundo, en la vida y en la sociedad en la que estamos. Podemos estar que la tierra donde estamos pasará, a nuestra vida en este mundo pasará, pero la Palabra de Dios jamás pasará.

Permanezcamos firmes en la Palabra del Señor, porque nos mantiene de pie, es la que nos mantiene siempre en comunión con el Señor Nuestro Dios.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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