“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho” (Lc 16, 10).
El secreto de la vda es ser fiel en todo aquello que tu haces. El secreto de la vida es ser bueno en la presencia y en la ausencia, en las cosas pequeñas y en las cosas grandes. ¿Quién no tiene honestidad, bondad y verdad en las cosas pequeñas de la vida, como podremos confiar cosas mayores? Es lo que, muchas veces, el padre enseña para el hijo: “Mi hijo, aprende administrar el poco dinero, para que tu puedas, un día, administrar una cantidad mayores”.
Muchas personas se pierden justamente en eso. Hay personas que con un poco dinero saben administrar la vida que esta con dificultad, y hay quien con mucho dinero vive siempre en deuda, vive siempre en la penuria, vive siempre endeudado porque no aprendió administrar el poco, y cuando tiene mucho se pierde.
Es necesario ser fiel o ser habilidoso en las cosas que parecen pequeñas e incluso sin importancia
Quien no cuida de su propia cama así que levanta, quien no dobla su cubierta, puede saber que no va administrar bien el tiempo en su día a día. Tu puedes pensar pequeño: “Es mi cama. Nadie va ver”, pero tu vas ver, es el lugar donde tu vas acostar, tu vas dormir. Es por eso que hablo: comenzar el día bien es con oración y arreglando la cama. Si tu dejas para después, tu vas acostumbrarse a tener siempre tu cama desorganizada. Y, una vez o otra, cuando alguien esta para llegar en tu casa, vas correr para arreglar las cosas, de forma que la persona llegue y tiene que quedar en la puerta hablando, porque nadie puede entrar para ver tu casa, pues las cosas no están organizadas dentro, y también porque no están organizadas dentro de tu propio corazón.
Es necesario ser fiel o ser habilidoso en las cosas que parecen pequeña e incluso sin importancia. No hacemos las cosas para sernos vistos por los demás, hacemos y realizamos el bien, cuidamos bien para tener realmente fidelidad y sernos justos en todo que realizamos.
La advertencia del Evangelio de hoy es para tener cuidado, porque no hay más injusto en la vida de lo que el dinero. El dinero es para una pequeña parte gastar y una gran mayoría padecer por la ausencia de él. Entonces, necesitamos administrar el dinero que es injusto, para un día saber administrar lo que es, justo, Dios nos va dar. No podemos servir a Dios y al dinero, no podemos convertirnos esclavos del dinero, porque él es injusto. Tenemos que usar el dinero injusto para practicar el bien, para hacer la justicia, para reparar los males que muchas veces el dinero, la falta de él o su uso excesivo provoca en la vida humana.
Hay quien gasta, en una sola noche, lo que un trabajador, a veces, la vida entera no gana. Necesitamos tener buen sentido y equilibrio, porque un día tendremos que prestar cuenta de todo lo que hicimos en esta vida.
¡Dios te bendiga!
