23 Jun 2021

Dios nos creo para que podamos vivir en la verdad

“Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.” (Mt 7, 15).

Cuidemos de nosotros; en primer lugar, para no ser falsos, porque todo que es verdadero puede ser falsificado. En la sociedad de la falsedad que es el mundo donde nos encontramos hoy todo se falsifica. Hay dinero que es verdadero, hay dinero que es falso; hay que comprar hoy cosas para medir incluso el dinero que tu recibes. Noticias verdaderas fácilmente se convierten noticias falsas, pero el más duro es Dios haber criados en realidad y convertirnos en falsedad.

Entonces, la primer cosa: no nos alimentemos de lo que es falso, mentiroso, que es engañoso. Trabajemos por nuestra autenticidad de vida y de palabra. Trabajemos por la autenticidad de nuestro corazón trabajemos para sernos personas autenticas. Que seamos los mismo aquí y allá, que asuma lo que he hablado.

Si somos personas falsas, nuestra profecía también va ser falsa, nuestro profetismo va ser desacreditado. Podemos incluso decir las mejores palabras tener la mejor de las intenciones pero sino nos revestimos de la autenticidad, también vamos ser confundidos con los falsos profetas.

Hay muchos caminos de ilusión llevados por el entusiasmo, por el sentimentalismo, que no corresponden a la verdad

Los falsos profetas están por ahí, aquí no es cuestión de juzgar esta o aquella religión, porque primero es necesario mirar para el propio corazón, la propia vida y la propia casa.

En el seno de nuestra propia Iglesia Católica, hay muchas cosas falsas, ilusorias y engañosa, hay muchos caminos que son enseñados que no corresponden a la verdad, hay muchos caminos de ilusión llevados por el entusiasmo, por la emoción, por el sentimentalismo, que no corresponden a la verdad. Hay mucha falta de sinceridad , y es necesario que cada uno se vuelva para sí, y simplemente no propague, vender y dar para el otro, porque el mundo donde estamos, las personas están sedientas y necesitadas.

Si las personas comen hasta comida envenenada, porque están tan hambrientas, cuantas veces estamos dando también el alimento envenenado y falsificado en nombre de la popularidad, de popularismo o el nombre que queremos dar, por la falta de reflexión y de volverse para a verdad!?

No vamos negar que vivimos en medio a un mundo donde existen falsas religiones, existen lobos revestidos de piel de oveja, hablando cosa bonita en nombre de Dios, hablando el nombre de Dios aquí y allá.

Cuidemos, no nos iludimos, el nombre de Dios se convirtió moneda de cambio en la política, en la economía y en los negocios. Quieren elegirse, quieren ser reconocidos y usan el nombre de Dios. Cuidemos porque vivimos en un mundo de muchas falsificaciones, cuidemos porque muchos predican lo que las personas quieren escuchar, y las falsedades, los engaños, las cosas fakes toman cuenta de la vida.

¡Es necesario que produzcamos los frutos! Y miremos para ellos para que permanezcamos en el árbol verdadera. Que Dios nos guie en el camino de la verdad para no desviarnos ni convertirnos en el mundo tan falsificado donde estamos.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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