“El Reino de Dios no viene ostensivamente. Ni se podrá decir: “Está aquí” o “Está allá”, porque el Reino de Dios está entre ustedes” (Lucas 17,20-21).
Queremos la presencia de Dios entre nosotros de forma clara y llamativa. Quiere ver, con los ojos que vemos a los otros, dónde está Dios. Entonces, lo primero que necesitamos saber es la siguiente verdad: Dios está en medio nuestro.
¿Dónde encontramos a Dios? Cuando lo buscamos de corazón sincero y recto, cuando realizamos su voluntad, cuando amamos unos a otros, cuando renunciamos a hacer el mal para hacer el bien. Cuando dejamos de lado el rencor, el resentimiento para vivir el perdón y la misericordia y el amor, entonces, el Reino de Dios está entre nosotros.
El Reino de Dios no es como un shopping, un comercio o cualquier otra entidad que está fija en un lugar. Sé que busco a Dios en la Iglesia, pero el Reino de Dios es mucho más que la “iglesia-tempo”. El Reino de Dios está en nuestro trabajo, escuela, en la familia o en el colectivo en el que viajamos. El Reino de Dios está en los caminos en los que nos hacemos presentes. Donde llevamos a Dios con nosotros y vivimos los mandamientos de la ley y las enseñanzas divinas, Dios está allí y su Reino está aconteciendo.
No esperes un reino mágico, ostentoso. El Reino de Dios es de los humildes, de los simples, de los abnegados. El Reino de Dios está donde fluye el perdón, está donde se vive la reconciliación.
El Reino de Dios está presente cuando ejercemos la misericordia para con los pobres, los enfermos, los afligidos y necesitados. El Reino de Dios acontece cuando no juzgo a mis hermanos, cuando no nos dejamos llevar por las apariencias.
El Reino de Dios está presente entre nosotros cuando nos reunimos en nombre de Jesús
El Reino de Dios se da cuando no nos dejamos llevar por las apariencias y escuchamos a Dios en primer lugar; cuando dejamos que su amor, ternura y su Palabra guíen nuestro corazón.
El Reino de Dios está presente entre nosotros cuando nos reunimos en nombre de Jesús, cuando invocamos su nombre, su presencia y su amor. ¡Él está con nosotros!
El Reino de Dios está cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y buscamos la confesión y el arrepentimiento sincero. El Reino de Dios está presente entre nosotros cuando vamos al encuentro de los enfermos, presos, de los abandonados y los solitarios. El Reino de Dios se da cuando promovemos la reconciliación.
Yo sé que algunas personas están en busca de cosas extraordinarias, van en busca de señales aquí y allá, hacen largos viajes para tener un encuentro transformador, pero el Reino de Dios se presenta aquí, donde estamos y donde vivimos. Donde dejamos que la gracia de Dios fluya en nosotros, llevamos a Dios a otras personas.
¡Alabado sea Dios porque su Reino está entre nosotros!
¡Dios te bendiga!
