31 Jan 2021

La autoridad de Jesús vence el poder de los espíritus malos

“Llegaron a Cafarnaúm, y Jesús empezó a enseñar en la sinagoga durante las asambleas del día sábado. Su manera de enseñar impresionaba mucho a la gente, porque hablaba como quien tiene autoridad, y no como los maestros de la Ley” (Mc 1, 21-22).

La primera cosa que queremos, hoy, es ser enseñados por Jesús; en otras palabras, queremos aprender con Él, y para aprender necesitamos permitir que Él nos enseñe.

Sabe, muchas personas no aprenden, porque no se permiten ser enseñadas. Muchas personas no cambian tu forma de ser, de comportarse, de actuar, de lidiar con las realidades, porque no se permiten aprender. Por ignorancia, creen que ya saben o, por orgullo, no necesitan saber, y llevan la vida a perder, porque no quieren aprender.

Permitamos que Jesús nos enseñe, permitamos que la sabiduría de Él nos muestre la luz y la dirección que nuestra vida necesita tener.

La enseñanza de Jesús es con autoridad. Él no enseña solo con teorías, como quien conoce, pero enseña con la vida, por eso Sus enseñamientos cambian las realidades. Nos permitamos vencer nuestra ignorancia, nuestro orgullo, nuestra soberbia para aprendernos con el Maestro Jesús.

Necesitamos tener la autoridad que viene de Jesús para expulsarnos de nuestra vida los espíritus malignos

La segunda cosa que cosa que necesitamos es saber que Jesús expulsa los espíritus malos. ¡Cuantos espíritus malignos, perversos y engañadores están en nuestro medio! Ellos están nos usando y nosotros nos permitiendo ser usados por eses espíritus malos. ¡Porque si hay quien enseñe lo que es bueno, desgraciadamente hay quien enseñe lo que es malo; y cuanta cosa mala esta siendo enseñada y pasada para nosotros y para nuestros hijos!

Hay mucha gente para enseñar las personas para beber, a perderse en la bebida, en el espíritu del alcoholismo, pero hay pocos espíritus tomados por la autoridad de Jesús para libertar las personas, por ejemplo, de un mal camino. Hay personas que fácilmente son tomadas por el espíritu de la envidia, del odio, del rancor y del resentimiento. Hay los espíritus que enseñan los demás a hacer chismes.

Cuando Jesús llega, Él expulsa estos espíritus perversos, y por eso ellos gritan: “¡Tu has venido aquí para destruirnos!”. Realmente, Jesús vino para destruir lo que es perverso, maldoso y engañoso. Nosotros, desgraciadamente, dejamos que estos espíritus perversos convivan y estén con nosotros, pero Jesús no, porque Él sabe el mal que estos espíritus malignos producen en nuestra vida.

Es por eso que los espíritus obedecen a Él, porque Jesús tiene autoridad sobre ellos, porque Jesús no tiene convivencia ni conveniencia con nada que es del mal.

Hoy, necesitamos aprender con el Maestro Jesús que no podemos convivir con lo que es del mal, pero sin tener la autoridad que viene del Señor para expulsarnos de nuestra vida, de nuestro hogar y de nuestro medio los espíritus malignos, perversos y engañadores.

Lee más y conozca:

.:Santos Arcángeles: ellos luchan por nosotros
.:Nuestra coraza de la justicia es el propio Dios

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

Pedido de Oración

Enviar
  • Aplicativo Liturgia Diária

    Com o aplicativo Liturgia Diária – Canção Nova, você confere as leituras bíblicas diárias e uma reflexão do Evangelho em texto e áudio. E mais: você ainda pode agendar um horário para estudar a palavra por meio do aplicativo.