“Felipe se encontró con Natanel y les dijo: “Encontramos aquel de quien Moisés escribió en la Ley, y también del profeta: Jesús de Nazarét, el hijo de José (Juan 1,45)
Celebramos hoy, en la Iglesia, el apóstol San Bartolomeu, también lllamado Natanael, a mi me gusta demasiado de Natanael, de San Bartolomeo, por su gran sinceridad
Fue Felipe que primero se encontró con Jesús, y él fue humildemente decir a Natanael “Mira, encontramos aquel de quien Moisés escribió, habló a respecto. Él ya está aquí en el medio de nosotros, Pero aquí tiene un problema, Felipe dice que él era de Nazarét y Natanael, con mucha sinceridad, preguntó: “¿Puede venir alguna cosa buena de Nazaré?
Nazarét es una ciudad muy insignificante, hoy, es una ciudad bonita y grande, pero en aquella época ni en el mapa era posible encontrar Nazaré. Y puede venir alguna cosa buena de Nazaré?
A veces el desprecio que alguien hace por aquella ciudad que está en el interior, perdida y de repente, alguien importante viene. Entonces, es así que se expresa Natanael con toda sinceridad de su corazón. Felipe les dijo: Venga usted mismo a ver.
El auténtico y humilde arriba de todas las cosas se pone a conocer la verdad
Por eso, de lejos, cuando Jesús vio a Natanael, les dijo: “Allí está un verdadero israelita. Autêntico, aquél que piensa y no esconde su pensamiento: Aquel que no quiere agradar por lo que habla.
No es que la persona tiene que ser aquella cosa desagradable y imprudente,es aquella que busca la verdad para vivir. Porque la persona auténtica no es aquella que vive cuestionando por cuestionar, no es aquella que queda colocando interrogación, dudando de todo y todo. No es aquella que vive criticando y colocando problema en todo.
La persona auténtica es aquella que quiere vivir con autenticidad su verdadera identidad, por eso él pregunta el porqué de las cosas, para vivir aquello en verdad.
Y Natanael no solo cuestiona, pero también vá conferir, vá mirar, vá correr atrás, y cuando encuentra con Jesús, él mismo profesa: “Rabí, tú eres el hijo de Dios, tu eres el Rey de Israel”
Vea, él mismo conoce a Jesús. Delante de todo aquello que el Señor les dijo, profesa, reconoce y de hecho, mira para Jesús y dice: “Él es el Señor”.
La persona auténtica es aquella que sabe doblar sus propias convicciones. El orgulloso no, el sabe que está errado, que dudo, cuestionó y prefirió continuar en la duda y en el cuestionamiento, creando siempre problemas para no reconocer lo que de hecho ella hubiera constatado de forma errada El auténtico y humilde arriba de todas las cosas,
Él quiere saber y reconocer que lo que sabía era limitado y cerrado, y se pone a reconocer la verdad.
¡Dios te bendiga!
