27 May 2020

La Palabra de Dios nos guarda del poder del maligno

“No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.” (Jn 17, 15)

Seguimos acompañando la oración sacerdotal de Jesús, esta ´rece que va del fondo del corazón de Él en favor de Sus apóstoles y discípulos.

¡Que belleza y que bendición! Necesitamos aprender con Jesús. El padre necesita rezar por los sus fieles y parroquianos; el padre y madre necesitan rezar y suplicar por sus hijos; los profesores por sus alumnos, bueno, cada uno cuidar de lo que le pertenece, pero, todos nosotros debemos rezar unos por los otros, debemos unirnos al corazón suplicante e intercesor de Jesús.

Las preces que Jesús hace, hoy, para nosotros es justamente esta: “Padre, no nos quite del mundo, pero nos guarde del maligno”. Porque el problema no esta estar en el mundo, no necesitamos aislarnos del mundo, ir para un desierto, vivir cerrados de todo y de todos. Necesitamos ser guardados del mal, del maligno que esta en el mundo.

El mundo, mientras creado por Dios, es una bendición. Dios creo con amor ese mundo para que podamos vivir en él, para él ser nuestra casa, para crear lazos de amor y fraternidad. No podemos ahora demonizar el mundo, como si todo que lo que tiene aquí no vale de nada.

El mal que viene del maligno no tiene más poder que Dios

No es verdad, porque el mundo creado por Dios es una bendición y una gracia, hacemos parte de él y no podemos salir de él. Además, el maligno entro en ese mundo, y ahí, tiene otro mundo: el mundo de la perdición, el mundo que es contrario al mundo de Dios; y tenemos de prestar atención en este mundo. El mundo timbrado por el mal, el mundo de la falsedad y de la hipocresía, el mundo corrompido que corrompe mentes y corazones.

Miremos como e mundo se convirtió incluso pequeño delante del avanzo de las tecnologías, de la revolución digital, el mundo esta todo dentro de nuestra casa. Este mundo es importante, estamos utilizando para nos comunicar, y eso es gracia. ¡Pero, cuidado! Porque en todo que es bueno el maligno quiere poner su mano, su dedo, su impresión digital, y no podemos.

Tenemos de escuchar el corazón de Jesús, la preces de Él para sernos guardados del maligno, para que él no ponga la perversidad en nuestro corazón. Como Jesús esta diciendo: no somos del mundo, pero estamos en él. ¿Y por que estamos en el mundo? Para preservar, cuidar y salvar este mundo que Dios creo.
No podemos coger el mundo y entregar al maligno para que él haga fiesta, como ya ha hecho en la vida de muchos en varias realidades y situaciones. Él entra en el mundo de la política, de los negocios de los jóvenes, adolescentes e, incluso, de los niños.

El maligno no es más que Dios. El mal que viene de él no tiene más poder de que Dios y, por eso, estamos en el mundo, porque Dios nos consagro en la verdad, y la verdad es la Palabra de Él. Necesitamos transformar ese mundo con la Palabra de Verdad, necesitamos también llevar esta verdad para los nuestros, para no ser mundanos, pero estar en este mundo viviendo la osadía de la Palabra de Dios, que transforma y os hace nueva todas las cosas.

¡Dios te bendiga!

Pai das Misericórdias

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